Al amanecer de mi tintero tus labios rozando mi rostro sin las alas de la luz que me acaricia el pelo.
Me desnuda tu calor bajo la noche de tus sábanas mientras suena nuestra canción.
Leo tus cartas que me humedecen y pienso en aquel día y se paran las horas, siempre son en punto y siento que quieren salir; ando contra corriente por un pasillo sin fin, la gente avanza rápido y cada vez hay más humo pero, veo la llave, abro la caja, veo un hilo que se dirige al fondo...voy tirando y me aproximo a tu olor, Amor, veo sangre ¡falsa!...Alarma, despierto, y tú estás a mi lado.