Porque una frase, una palabra, es un arma cargada, como decía aquél, y una vez disparada no tiene marcha atrás. Eso es algo que todos deberíamos tener en cuenta siempre. Y es que después sólo queda la oportunidad de fantasear y retorcer los recuerdos hasta el infinito, convirtiendo el pasado en un presente enfermizo.
Desde aquella noche en que nos vimos siento que te quiero...te quiero, me quieres, entonces porque no vienes, si sabes que por tí me muero...
Y ya no sé ni cómo comportarme, me encanta oír tu voz, y al hacerlo pierdo el hilo y ya no soy yo, no hago más que arrastrarme y aceptar tus negaciones, vuelvo a insistir y así siempre que te veo, no hago más que perder el tiempo, hacía mucho que no sentía algo así, y siempre ocurre de las misma manera, siempre termina mal para mí, si sientes algo por mí ¿por qué intentas evitarlo?, yo te dije que tenía muchas ganas de verte, que te había echado mucho de menos y tú te hiciste el orgulloso hasta que por fín soltaste que me habías tenido continuamente en la cabeza...
te quiero.
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