Ayer el dolor hizo en mi nariz snow.
Licor barato me hace vomitar a las 8 de la mañana.
Bailando, escuchando a Frank Sinatra me visto con ropa manchada.
Olvido ir al psiquiatra, y ya no creo en nada.
La droga me destruye,
pero no sé qué es peor, porque ser sana me aburre.
Ni te imaginas lo que haré antes de que llegue el fin.
Dicen que me inyecto,
los antidepresivos ya no me surgen efecto.
No hay sanatorio posible para esta vida loca.
Sólo loca me divierto,
mataré al psicólogo, y dejaré el gas abierto.
Ha sido enorme la tentación de no contenerme.
Escupo a mi reflejo, sudando, con el rostro pálido,
él volverá a acusarme de tomar ácido.
Pablo Hasél.
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