De tanto amarte, anoche se me hizo tarde, todo mi cuerpo entre cenizas arde.
viernes, 25 de noviembre de 2011
Y quién soy yo para entretenerme en tu perfecto mundo ahora.
Un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derriba todo a su paso, que lo succiona todo hacia el cielo en su torbellino, que lo machaca todo por completo. Y, sin que su furia amainara un ápice, barre el océano, arrasa sin misericordia las ruinas de Angkor Vat, calcina con su fuego las selvas de la India repletas de manadas de desafortunados tigres y, convertido en tempestad de arena del desierto persa, sepulta alguna exótica ciudad amurallada. Es un amor glorioso, monumental.
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